09 febrero 2016

El adiós

Al beso sigue el batir
de la puerta en la mañana
y el golpeteo escalonado
de la tristeza descendiendo
hasta el portal. Y el frío…

Una mancha acerada cubre
la calle de soledad empedrada,
ocupada por figuras sin nombre
ajenas al adiós mendicante
de mi efigie helada:
a cada esquina, a cada charca,
al mendigo de faz alargada,
al sempiterno can de flaca tripa
y patas largas,
al vigilante de coches y
al camarero de camisa blanca.

Todo es como ayer
cuando yo pasaba,
mas otra mañana es hoy
y otro aire se derrama,
otro latir en el pecho
sin llamas, pero que abrasa.

6 comentarios:

  1. Abrasado por la gélida tristeza de estos versos. Creo detectar un leve cambio, pues hay mucha musicalidad en el poema, y en cambio ésta no es tan evidente. Discurre fluido, como un río. Desde esa abertura de golpeteo escalonado hasta el paseo helado y el adiós. Del yo íntimo a la realidad de la calle, ¿cuántos no la ven? y esta confirmación del paso del tiempo, "pecho sin llamas". Si abrasa, todavía no.
    Un abrazo, ¡¡poeta!!

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  2. "El yo íntimo y la realidad de la calle": inagotable fuente de estudio y curiosidades... Eso exactamente es el núcleo del poema. La misma calle que tan distinta se hace con los cambios del pensamiento o del ánimo, esa calle que te destroza o te envalentona, te reconforta o te hastía... esa calle que siempre tiene los mismos portales y tu los ves tan diferentes.
    Tus palabras que acertadas son siempre, por eso tanto las valoro y agradezco.
    Un abrazo.

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  3. Todo es como ayer. Me gusta. El cambio surge, pero hay algo dentro que identifica lo que importa. Gran verso. Hola :)

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    1. ¡Qué gusto verte por aquí, Explorador! Y satisfecho quedo de que te guste. Espero seguir viéndote aparacer. Un abrazo y gracias por la visita.

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  4. ...mmmm... todo es como ayer en el recuerdo, mas no tanto en la vivencia del aquí y el ahora. De este momento que se transporta al ayer pero que vivimos en el hoy. Ayer y hoy enlazados pero con vidas, si bien unidas por la experiencia conductora, también independientes... no sé. Cada vivencia un nuevo renacer... Abrazos.

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    1. Se transporta el ayer, tanci; pero en el hoy toma forma distinta y su real apariencia se ha perdido para siempre, por suerte o desgracia. Es evidente que el presente y el pasado tienen un nexo que conforman nuestra personalidad.
      Un abrazo.

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