08 julio 2015

Cuando te contemplo


 

Cuando te contemplo,

mar,

me hablas de la perfección.

 

Olas o palabras

llegan hasta mí

rotas por el viento,

recordando el fin.

 

Energía blanca

de salada espuma,

cabalgando el rizado

de tus mareas bravas,

dibujando el horizonte

de tenue existencia

y salpicando al aire

las veleidades vanas.

 

Un día iré a ti,

mar,

y cuando asido a tus aguas,

vea la orilla alejar

ya la nada será el sentir.

2 comentarios:

  1. Aquí, uno, que se ha dejado llevar por tus mareas.
    Qué tendrá el mar que tantas veces se relaciona con la muerte. ¿Será que nos da sensación de totalidad, que nos indica nuestra propia insignificancia?
    Que buen final, tan pausado, hasta lento, y tan inexorable.
    Un abrazo, poeta.

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  2. El mar nunca es para mi indiferente: puede ser la paz y el riesgo, lo concreto y lo infinito, la belleza y el horror, el frío invernal y el calor más plácido... y ¿cómo no? la vida y la muerte. Y siempre un interlocutor discreto y un tanto críptico. Este caracter dicotómico es lo que tanto me une a él.
    Un abrazo..

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