22 mayo 2015

El espejo


Todos tenemos días en que nos desagrada la imagen que el espejo nos devuelve. Y no sólo por las imperfecciones que se manifiestan; más aún por lo que oculta la nítida imagen en el cristal infiel  y el oblicuo reflejo de la conciencia.


Miente el espejo cuando
sereno ante él
miro mis ojos.

Cuando mis ojos
se miran el rostro.

Conversación de silencios
y silencio de deseos.

Digo adiós a lo viejo
y a lo nuevo no saludo,
lo viejo  no soy yo
y yo no soy lo nuevo.

A mis escondites predilectos
ya no queda camino,
lo cortaron por la noche,
me dejaron sin destino.

Ahora seguiré la ruta,
mi ruta al desatino.

Iré trémulo, pero
engreído.

Seré un hipócrita,
seré un fastidio.

 

2 comentarios:

  1. Me ha gustado ese inaprensible juego de tiempos. ¿Qué es lo que vemos? ¿Acaso lo que somos? ¿Y qué somos?:
    "lo viejo no soy yo
    y yo no soy lo nuevo".

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    1. Gracias por la lectura y el comentario. Las grandes preguntas permanecen. Se cambian matices, inventamos palabras, pero seguimos en la ignorancia. Esto garantiza la pervivencia de la poesía y la filosofía; sin ellas no hay consuelo.
      Un saludo.

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