28 enero 2014

Los Campos de la Muerte

Nada simboliza mejor la muerte que una calavera. Yo nunca vi tantas juntas como hace unos días, en el recinto de homenaje a las víctimas de Pol Pot en Phnom Penh, Camboya. El genocidio provocado por este dictador contra su propio pueblo es la obra de un iluminado que, en su fanatismo, no atisba otra cosa que no sea el probable objetor a su idea de nación, sin considerar edad ni sexo. Toda persona con algo de cultura es condenada por considerarla enemiga del pueblo por el hecho de ser someramente ilustrada. Si las crónicas de esta barbarie son ciertas, se condenaba por usar gafas o conocer un idioma distinto al propio; sólo el pobre y analfabeto se libraba de ser sospechoso y por ende asesinado. Tan grueso tamiz de selección explica que, en menos de 5 años, el sanguinario dirigente se llevara por delante a casi un tercio de la población.

A catorce quilómetros de Phnom Penh se encuentra el lugar donde se cometieron la mayor parte de las ejecuciones realizadas por los sicarios del dictador. A él acuden diariamente centenares de visitantes que, con emoción controlada y rostro compungido, van recorriendo, como estaciones de un vía crucis, los puntos donde fueron halladas las fosas atestadas de las víctimas del horror. Un monumento central poco pretencioso se abarrota de cráneos secos, que con sus oquedades frías reclaman respeto y testimonian la horrenda condición humana, cuando ésta sucumbe a los efectos delirantes de la salvación de la patria.

Como piadoso penitente, recorrí el macabro recinto imaginando a cada paso las tétricas escenas de tortura y asesinato, los gritos de dolor por nadie escuchados y ahogados por los muros de la vergüenza y la negrura de la noche: menos oscura que las tinieblas de la razón de los que aquello hacían. Y pensé que el conductor del tuk-tuk en que me desplazaba, el camarero que me servía una cerveza, la masajista que tanto me relajaba con sus manos diestras, podían ser hijos, sobrinos o nietos de los que apretaron el gatillo o de los que con certero golpe de garrote ahorraban munición… o de los que habían sido sepultados. Porque hoy todos conviven como si el pasado fuese una nube evanescente en un firmamento lejano. Sorprende ver, frente a semejante dislate de sufrimiento y muerte, la sonrisa de resignación y olvido del pueblo camboyano: descendientes de verdugo y condenado trabajan juntos y viven próximos sin mentar el tétrico pasado de Los Campos de la Muerte. En devota actitud, junto mis manos y abandono el lugar.

23 enero 2014

Cinco claves para triunfar en el concurso 20 Blogs

Este sera el primer año que "Viaje a la nada" no se presente al concurso 20 blogs. Las razones son varias y ninguna interesante. Aun así (o quizá por esto) vamos a dar las claves aprendidas durante nuestros años de participación para quedar en un lugar respetable.

1.- El concurso puede ser una buena herramienta de promoción, pero olvídate de ganar. El premio en metálico atrae a una cantidad inusitada de tramposos y todos los años hay "escándalo" porque muchos no son cazados. El primer día veras varios blogs cutres de los que no has oído hablar en tu vida recopilar cientos de votos. Las cuentas de usuario fantasma y el intercambio de votos son tan prohibidos como normales. Por otro lado, la redacción del periódico suele tener una lista de posibles a quien dar el premio del jurado antes de empezar. Con esto no digo que el premio esté "dado", pero sí que no todos los blogs tienen la misma probabilidad de conseguirlo.

2.- Evitar inscribirse en las categorías "Personal" y "Blogosfera". Suelen tener, literalmente, miles de participantes, con lo que es difícil que alguien te descubra.

3.- No apuntarse hasta por lo menos la ultima semana. Esto va relacionado con lo anterior. La mayoría de los blogs encajan en varias categorías. Es mejor esperar a ver cual es la menos congestionada.

4.- Empezar a promocionarse unos días antes de la apertura de las votaciones. Los blogs participantes son expuestos en la pagina de dos formas: por orden alfabético y por numero de votos. Empezar el primer día con varios votos da un impulso muy útil para darse a conocer. Para eso es esencial que tus amigos esten ya registrados como usuarios de 20 minutos y listos para votar cuando se abra el plazo.

5.- Explica como votar en los premios. La Blogoteca (la pagina con las fichas de los blogs participantes) no es precisamente el directorio mas fácil de entender. Ademas de votar para el concurso, se tiene la posibilidad de dar una puntuación de una a cinco estrellas o dejar una reseña de la bitácora en cuestión. Todos los años hay un numero muy considerable de gente que confunde esto con votar el blog en el concurso.

18 enero 2014

Helados y amantes

Hace unos días comentaba con colegas el escarceo amoroso del presidente Hollande ¿Cómo un tipo tan vulgar seduce a una actriz joven y agraciada? "La erótica del poder". "Es un gran orador". Ya, pero seguro que también hay poderosos delgados y con todo el pelo. Incluso solteros y dispuestos a compartir su vida sin prodigarse tanto. En fin. Cháchara intrascendente, puzzle para bajar el café y seguir produciendo...

Salgo del trabajo. Me meto en el metro con una colegiala enfundada en el horrible uniforme verde de los Jesuitas. Me recuerda una historia...

Era verano. Una chica con la falda plisada y jersey de pico que distingue a los colegios pijos coruñeses va a un bar de pueblo a pedir un bombón almendrado. La camarera, treintañera resabiada, le pregunta si son ochenta pesetas.

- No, el de ochenta es el bombón de nata. El almendrado son ochenta y cinco.

La camarera contesta con una mueca que sólo ella cree que camufla su desprecio. Niña tonta. No sabe lo que es la vida. La chica da las gracias, sonríe como si no se diese cuenta, paga el precio justo y se va.

Unos días más tarde, se repite el encuentro.

-Ochenta pesetas ¿Verdad?

-Si.

Vuelve el gesto de desprecio de la camarera. Vuelve la sonrisa de la niña, ahora por distinto motivo.

La situación se repite durante todo el verano. ¿Ochenta pesetas? Sí, claro. La niña hasta se ofrece a ir a por helados para sus amigos porque "a ella le hacen descuento"...


Vuelvo a la realidad del vagón de metro. Periódico gratuito abandonado. Otra vez, la imagen de Hollande y su amante.

Tipo astuto... Ochenta pesetas... ¿Y si en esta historia el listo tampoco fuese quien parece?

14 enero 2014

La vida de Jueves, en Lunes

Jueves ya habla, aunque no siempre con soltura. Es entretenido ver como se las ingenia para comunicarse con el menor número de palabras posible. Hace unas semanas tuvimos un intercambio en el que descubrí que los bebés también tienen un sentimiento universal entre los adultos.

Es lunes, entro en la habitación para despertar a la canija y vestirla.

- Buenos días, cielo.
- Noooo. Mimir. - osea, "dormir" -.
- Pero hay que ir a la guarde. ¿No te gusta ir a la guarde?
- ¡Sí!
- Y quien va a estar hoy en la guarde?
- ¡Alex! ¡Susi! ¡Maaax!
- Que bien, con lo majos que son. ¿Te visto ya para ir a verlos?

Entonces agarra sus muñecos y los pone en fila en la almohada.
- León, Uh-uh, Teddy ¡Mimir!

Se sienta y apunta su rechoncho indice a la almohada, dando a entender que hoy casi prefiere a sus colegas rellenos de gomaespuma con tal de que la dejen un rato más en cama. Y yo pensando lo bien que la entiendo.

Lunes, cochinos Lunes. ¿Me dejará el jefe firmar los partes con pintura de dedo?

04 enero 2014

No nos vamos, nos echáis

No he podido empezar el año con buen pie. Ha sido entrar en Twitter y ponerme de mal humor. Esta tarde era tema de conversación #DerechoaVolver, unido al vídeo que sigue.



Llevo casi veinte años fuera de España, así que estas declaraciones me tocan de cerca. Porque me duele la visión simplista y el el uso demagógico que en ellas se hace de la emigración.

A mi no me ha echado el gobierno de Rajoy. Ni a mi, ni a esta chica, ni los millones de españoles que vivimos fuera de nuestro país. Me limitaré a contar la historia desde que me toca, aunque la cosa venga de mucho más atrás.

Como decía, a mi no me echó este gobierno. Cuando terminé COU, me fui porque se había votado que lo ideal era que todo el mundo tuviese derecho a ir a la universidad en zapatillas de casa. Se abrieron tantas facultades que para llenarlas se recurrió a personas que, de no haber tenido contactos, jamás hubiesen sido docentes. A nadie importó que, por ejemplo, en la Universidad de La Coruña al menos uno de los enseñantes fuese contratado a pesar de haber perdido su licencia de ejercer. Escapé de lo que prometía volverse en un mercado con exceso de títulos y falta de profesionales.

Principios de siglo. Plena bonanza económica. Con carrera de alta demanda e inglés fluido pensé en volver. Me encontré con que el papeleo era mayor que para emigrar a Australia. Aún así, un jefe me dijo que "algo se podría hacer", insinuando que fuera preparando el Chivas y el cinco jotas. La mayoría de mis amigos seguían repitiendo cursos. Los afortunados malvivían de becarios. Nadie hizo nada por ellos. ¡Que dejasen los estudios y se fuesen a poner ladrillos! O que se metiesen en política, donde se robaba impunemente. El alcalde de mi municipio -uno de tantos- fue condenado a dos años de inhabilitación por prevaricar. Es conocido su cariño a los sobres marrones. Al acabar la condena, fue reelegido por la acostumbrada mayoría.

Postgrado. Había oído hablar de las becas Ramón y Cajal, propuestas por un gobierno socialista para investigadores que quieren volver. Un amigo bien conectado me avisa de lo que años más tarde (con gobierno conservador) saltaría a los medios: que nadie pensó nunca en cumplir la promesa de contrato fijo después de la beca. Decenas de científicos en la estacada. ¿Y qué?

Por entonces también oí el nulo interés de mi colectivo por homologarse con resto de profesiones sanitarias europeas. Según alguien cercano al comité, eran los residentes (los jóvenes que tienen la carrera acabada pero no pueden ejercer en un hospital sin supervisión de un adjunto) los más interesados en poner trabas, para que no les redujesen la posibilidad de elección de plaza al acabar. Por entonces, el mayor exponente de nuestra profesión en el extranjero intentó volver. Hoy considera jubilarse en Escandinavia.

A esto siguieron otras historias. Preguntas amañadas en oposiciones que nadie denuncia porque "algún día me beneficiará a mí", intento anticonstitucional de robar el voto a los emigrantes apoyado por una gran parte de la población, elección por mayoría absoluta de un partido sin programa electoral claro y con un líder que durante ocho años en la oposición no había dado palo al agua, convocatorias de huelgas generales seguidas por cuatro gatos... Ni siquiera los que nos fuimos nos libramos porque, si hoy los políticos dicen que lo hicimos por aventura ha sido en parte por la imagen que dimos. No eramos "emigrantes " (palabra asociada a gente pobre sin estudios ¡Qué vergüenza!), eramos "expatriados" o "cerebros fugados". Incluso en este vídeo se refieren a la chica como "exiliada".

No, no nos ha echado Rajoy. Nuestro país es hermoso, fértil, afable, creativo como ninguno, pero no es perfecto. ¿#DerechoaVolver? Todos lo hemos tenido y todos lo tenemos pero, como todo en esta vida, será a un precio y ese precio no ha cambiado en, literalmente, siglos. Un coste puesto por "la mayoría silenciosa".