El feminismo ya no busca el reparto equitativo de tareas profesionales y domesticas entre sexos. Se ha convertido en censura puritana que aspira a etiquetar al mayor número posible de mujeres como vulnerables.
Además, las "nuevas feministas" se han vendido a la idea de que en cuestiones de crianza el hombre no puede ser nuestro igual, lo que implica el regreso al "hogar", por el bien de la sociedad.
En un mundo superpoblado, el nuevo feminismo propone más tiempo de baja laboral y flexibilidad de horarios, pero sólo para la madre, y sin renunciar a las posibilidades de ascenso profesional o incrementos salariales que hombres y mujeres sin hijos han de ganarse día a día.
La publicación en el 2007 del informe de la OMS y UNICEF sobre leche materna, que afirma que podría ser marginalmente mejor que la de formula en ciertos aspectos, ha envalentonado a sectores que afirman que la lactancia materna exclusiva a demanda durante los seis primeros meses de vida es siempre y sin discusión lo mejor para el niño. Negarlo es ser mala madre, lo que nos lleva a que si no eres la cuidadora principal eres mala madre. Esto ha sido promovido por grupos conservadores que lo ven como la solución ideal a las colas del INEM.
Pero las nuevas viejas ideas no sólo atacan a mujeres de mi edad.
Las adolescentes Girl Scouts en EE.UU. sabrán que sus superiores han decidido recientemente que si son lesbianas nunca podrán ser líderes de grupo. Las del Reino Unido tendrán que sumarse a una mojigata campaña por la prohibición de que haya mujeres que se ganen un sobresueldo enseñando los pechos en la prensa amarilla (dicen que daña la autoestima de otras chicas).
En la revista Company de Junio había un artículo sobre el "nuevo feminismo". Las abanderadas eran un ama de casa, otra luchadora contra las chicas en domingas de los tabloides y una cantante de poca monta enfundada en lycra. Epifanía: la línea divisoria entre líder feminista y ramera la marca la visibilidad del pezón.
Por último, hace unos días vi estas fotos por alguna red social:
En los ochenta había un graffitti que rezaba "Feminista te cabreas porque eres machota y fea". Hoy habría que cambiar el perfil a mandona y frustrada.
Bueno. Bueno. Bueno.
ResponderEliminarTerreno muy resbaladizo. Miércoles, eres una atrevida, no tengo dudas.
Sí que veo como un cierto retroceso con algunos asuntos relacionados con el feminismo. Lo de la leche materna me parece cosa de talibanas, sinceramente. Alimenté a mi hija sin ella, y vaya, tiene 11, no se pone enferma y es de las altas de la clase, y eso que su señor padre es bajito... En fin.
Lo del machismo sí es una realidad. Más fuera de Europa que en ella. Aunque también lo hay aquí. Es una cuestión de tiempo. Sólo quería añadir que, en general, el machismo lo transmiten las madres a hijos ("que el nene no haga nada", etc).
PD: que no te coman.
Bah, si alguien intenta morder se saca la opción a permitir comentarios anónimos y listo.
EliminarLo de la alimentación es un tema largo. No es sólo tu hija, si mirases a todo su curso en el colegio e intentases adivinar cómo han sido alimentados cada uno, sería imposible. Podría meterme a desgranar las publicaciones científicas al respecto y explicarlo, pero si se tiene sentido común no debería hacer falta.
Lo triste es que el machismo que comentas no sólo es hacia el niño, también hacia niñas. Y desde luego, transmitido por mujeres. Si eres chica y guapa, la única carrera de ciencias que se considera que hagas es Biología. Cualquier otra se ve como un esfuerzo innecesario y una forma de intimidar posibles parejas.
He de reconocer que yo no puedo exhibir un comportamiento ejemplar en este aspecto.
ResponderEliminarPor otra parte me ha impresionado la anotación ("un mundo de presión, intolerancia y discriminación"). Ya es bastante complicado, para cada cual, hacer la vida, como para que, además, hayamos de luchar para que no nos la hagan otros según sus gustos y creencias. Me acuerdo que, de pequeño, me gustaba jugar con coches. Si hubiera sido niña, de pequeña, me hubiera gustado jugar con coches (el yo ni cambia ni se reprime por ser de uno u otro sexo, especulo), si bien es cierto que quizá en secreto. Y todo para que, de mayor, siga igual. Y sí, si hubiera sido niña, Ayrton Senna hubiera sido mi ideal, aunque no olvidamos a Michèle Mouton.
A mi de pequeña también me gustaba jugar con coches. A mis padres les daba igual, pero una vez llevé uno a casa de mi madrina, me lo escondió y cuando más tarde lo encontré me dijo que eso no era mío, que era de mi primo. Claro que también tengo un amigo que pidió a la madre ser socio del Club de Barbie cuando tenía seis años. La profesora dijo a la madre que reprimiese esas ideas por si salía "mariquita". Salió homosexual igual, pero sus padres nunca lo supieron. Lo que tu dices, tanta manipulación para que de mayores salgamos igual.
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