22 abril 2013

Manual práctico de Crianza Natural

Nuestra cultura, la vida en el medio urbano, nos ha desconectado del medio natural, pasando al mundo de la fría tecnología y los "expertos". Un bebé sujeto a la educación occidental sufre una crianza desnaturalizada que genera sentimientos de inseguridad, miedo y dependencia. Pero si una madre cría de forma natural, el hijo desarrollará confianza en sí mismo, equilibrio e independencia.

La crianza natural no es nada nuevo. Se basa en la idea de que para conseguir el desarrollo físico, mental y emocional óptimo, los bebés necesitan el tipo de experiencia a la que nuestra especie se ha ido adaptando durante su evolución. Como veremos, también tiene una amplia base científica.

Pero no es fácil. Nuestro instinto ha sido minado hasta el punto de que apenas podemos distinguir un impulso original de otro distorsionado. Es entonces cuando un regreso al instinto que permia todo en sociedades ancestrales nos pueden mostrar el camino. Los cuidados de las hembras de mamíferos a sus crías son otro claro referente que no debemos olvidar.

A continuación se encuentran algunas respuestas a los problemas más comunes para cualquier familia y cómo abordarlos desde la crianza natural.

¿Cuándo debo sacar los pañales a mi hijo?

¿Conoces a algún otro animal que use pañales? Yo tampoco. El uso de los pañales apenas se remonta a la Inglaterra del siglo XIV. Antes, las necesidades del niño se cubrían de forma natural, sin la tiranía de cambiadores, sin dañar al medioambiente y sin dar enormes ganancias a compañías farmacéuticas por innecesarias cremas contra la dermatitis. Esto todavía ocurre en culturas más tradicionales, donde las madres aprenden a leer el lenguaje corporal de sus pequeños antes de hacer pipí y los llevan en sus brazos hasta la vacenilla o agujero más próximos.

Mi niño no me come

En los últimos tiempos, padres e hijos vivimos presas de pediatras y fríos percentiles que no tienen en cuanta la individualidad de nuestros pequeños.

En África los niños van detrás de las mamás para que les den de comer, aquí vamos detrás de ellos para que coman. En familias de la selva y en el reino animal, todo es más natural: si la cría no come lo que le damos cuando se lo damos pasa hambre. Si sigue sin comer, pasa más hambre. Así hasta que acepta lo que se le da o sufre un trastorno del desarrollo.

¿Malcría tener a mi bebé en brazos?

Ganado Higlands, Pollock Park, Escocia
Los niños son animales mamíferos que precisan de la cercanía de sus padres para desarrollarse adecuadamente.

En aldeas de Kenia, Sudan y parte de Asia, los recién nacidos viven en constante apego con sus madres, fruto de la inestabilidad social y la pobreza que obliga a trabajar de sola sol, a veces a temperaturas extremas.

En el mundo natural, el apego depende de depredadores, clima y la capacidad de la madre de conseguir comida.

Estudios con macacos japoneses prueban la relación entre contacto maternal y temperatura ambiente.

¿Qué peligros acechan a mi bebé?¿Puedo cuidar de él? Contestar estas preguntas nos guiará.

Mi niño no me duerme

Para un buen sueño, es importante que el pequeño se sienta seguro y cómodo. Por eso la pregunta debe ser ¿Cuándo debe mi bebé dejar mi cama para dormir en su habitación?

Tres orangutanes, Zoo de Berlín
La Naturaleza da su sabia respuesta, que en los primates es unánime. El hijo no quiere dejar el seno materno.

Entre los simios, la madre separa a su bebé como muy tarde, cuando vuelve a ser fértil. Si seguimos el ejemplo de nuestras hermanas primates, alejaremos al peque de nuestra cama cuando mami vuelva a ovular, o cuando se sienta lista para hacer el amor con papá.

En sociedades poco industrializadas, el niño cambia de lecho cuando se encuentra espacio en otro sitio (p.ej., si se consigue una casa mayor o con la boda).

Mi hijo tiene rabietas ¿Qué puedo hacer?

Los berrinches deben afrontarse de una forma natural, es decir, de un modo respetuoso hacia el niño. Si nosotras abrazamos nuestros instintos, no debemos reprimir los de nuestros peques.

Gata callejera y camada. La Coruña
Para el niño, gritar, pegar y dar patadas no es sólo su forma de expresarse. En el medio natural, todas las crías omnívoras, incluidos primates y las sociedades primitivas,  usan la pelea con hermanos y primos para mejorar su forma física y reafirmarse como individuos. Es parte vital del desarrollo. Sin embargo, hay momentos en que este comportamiento se hace difícil de sobrellevar. Es entonces cuando, con todo el cariño y respeto, debemos actuar como lo haría la matriarca de cualquier camada. Todas hemos visto a una mamá perro morder el cuello de su cría, o a mamá gato bufar y dar zarpazos a un pequeñín díscolo. Nosotras no podemos hacer eso, pero podemos seguir con una tradición muy familiar entre nuestras abuelas: el capón o la colleja.

¿Quién debe cuidar de mi bebé si yo no puedo?

La crianza natural busca en primer lugar reforzar el vínculo entre la madre y el niño. Es importante comprender que somos nosotras a quienes necesita el bebé, es nuestra leche, nuestro olor, nuestra atención las que quiere. (Adriana Vergara, Psicóloga).

Si no puedes cuidar del niño sola, el macho mamífero es monógamo serial o promiscuo por naturaleza. Mirando a diferentes culturas se comprueba que el hombre no es una excepción, así que no debemos contar con él en un proyecto a largo plazo como la crianza de nuestros hijos.

La abuela, como madre que es, ya tiene una camada de la que ocuparse, y no es la tuya.

Pero recordemos que las suricatas dejan sus crías al cuidado de adolescentes, otros simios y sociedades tradicionales optan desde muy temprano por la crianza en grupo, donde una o varias madres vigilan la prole de todas. En nuestra sociedad tenemos sistemas análogos: niñeras y guarderías.
Guardería de porrones moñudos, Glasgow
Contrario a lo que se cree, los bebés que han sido criados de forma natural son más independientes, fuertes y seguros de sí mismos cuando crecen; capaces de degollar una cabra con sus propias manos, hacer una casa con adobe y un machete, o tirarse al Atlántico en patera por el espejismo de una esperanza de vida de más de cincuenta años.

Epílogo: 

Como por Internet hay mucho chachobruto suelto, aclaro que este texto es una sátira a la idea de que todo lo "natural" es siempre lo mejor y a los manuales de crianza (a todos). Además me apetecía usar algunas fotos de crías que he ido sacando con el tiempo.

El vocabulario es el típico de este tipo de literatura, con profusión de palabras cariñosas, aseveración de la lógica intuitiva del método y amenaza velada de condena en los infiernos para quién se desvíe. También se garantizan cualidades imposibles de medir, como independencia, seguridad o felicidad.

Como en la mayoría de los textos de crianza, los enlaces son auténticos y llevan a publicaciones científicas que concluyen exactamente lo que digo, pero cuyos autores no han aprobado la extrapolación de sus hallazgos a ninguna filosofía educativa.

Yo no creería en estos métodos ni jarta de vino.

17 abril 2013

Thatcher, la bruja del pueblo

El Lunes día 8 murió Margaret Thatcher. Desde entonces, no hay día en que los titulares de los periódicos británicos no la nombren.

Hasta tal punto la noticia conmociona que ayer, de camino a la cafetería, comentaba el error en el año de una privatización en un artículo periodístico con un amigo cuando, al llegar a un semáforo rojo, un viandante de mediana edad se metió en la conversación para darnos un discurso no solicitado sobre los sindicatos y el sistema de subsidios de la época.

La reacción de la normalmente discreta sociedad británica ha sido explosiva. Si Diana de Gales era la princesa del pueblo, Thatcher es su bruja.

"La mujer que salvó al Reino Unido"
La división entre Norte y Sur pocas veces ha estado más acentuada. En el Sur se organiza un funeral ceremonial con honores militares por la mujer que consideran que "hizo lo que había que hacer cuando nadie más tenía los cojones de hacerlo". En unas exequias, se gastarán más de diez millones de libras (dos menos que las de la reina madre y lo mismo que la visita de cuatro dias de Benedicto XVI) y el Big Ben será silenciado por primera vez desde la muerte de Winston Churchill. En el Norte, las ventas de la canción "Ding, Dong, the Which is Dead" ("Ding, dong, la bruja ha muerto", de la banda sonora de "El mago de Oz") se disparan hasta alcanzar el número dos de las listas de éxitos nacionales.

Quizá la impresión mayoritaria en Escocia sea que la Dama de Hierro consiguió un país más rico, pero ese dinero se concentró en menos gente. Descuartizó la decadente economía industrial del Norte para favorecer al emergente sector financiero y de servicios del Sur. Robó de los pobres para aumentar la clase media acomodada, sumiendo a cientos de miles de familias en una desesperanza que durarían décadas.

Aunque algunos han protestado por la falta de clase y tacto que supone que figuras públicas insulten a una anciana que acaba de morir, son los menos.

Los moderados describen la pérdida como una nube que se ha levantado, la sombra de un pasado triste que cae -quizá mas que nunca- sobre el presente.

"La mujer que dividió a una nación"
En Glasgow, al anunciarse la muerte de la baronesa, trescientas personas se juntaron, fuegos artificiales y pancartas en mano, a celebrar en la plaza del ayuntamiento (George Square). El Sábado una de mis compañeras de trabajo se unió a los cientos de personas que organizaron barbacoas y fiestas varias para marcar el acontecimiento. Se tacha a la difunta de opresora insensible, de haber destruido la cohesión nacional e instaurar una cultura de desprecio a los más débiles. Ni la muerte de Bin Laden ha generado tanta bilis.

Me ha costado entender la conmoción. Escocia hoy es una nación de tradición obrera, pero próspera. La ex-primer ministro fue elegida democráticamente tres veces. Llevaba décadas lejos de la vida pública. Pero, aunque la difunta consiguió amplias mayorías parlamentarias, fue en parte gracias a un sistema electoral que permite gobernar sin el voto de regiones enteras. Para estas regiones, que fueron las más castigadas, es como si un dictador hubiese fallecido. Finalmente, para los que sufrieron la era Thatcher en sus carnes, una imagen, una canción, una frase de aquellos tiempos son suficientes para devolverles el sentimiento de desazón, una desazón que harán lo posible por ahogar.

Se ha cerrado un capítulo en la Historia del Reino Unido. Esperemos que ayude a escribir más sabiamente los siguientes aunque, dada la explosión de sentimiento que estamos viviendo, es muy posible que la muerte de la bruja quede, como la de la princesa, en mero espectáculo.

14 abril 2013

Juventud y catolicismo


Creo que la mayoría de los niños que nacen en España son bautizados. Unos por creencia en la fe católica de sus padres, otros por boato y, los más, por seguir una costumbre. Por las mismas causas, unos 10 años después, éstos niños reciben la comunión, ya no son todos los bautizados pero una buena mayoría y, seis o siete más tarde son confirmados. Aquí el número desciende ostensiblemente, los padres aún siguen decidiendo, pero en menor grado que en los dos casos anteriores. Cuando llega el matrimonio todavía una buena parte opta por un acto religioso, pero si a pie de iglesia se encontrase un encuestador veríamos que alto porcentaje lo hace por darle empaque a la ceremonia y brillantez al día y no por cumplir con un sacramento. Hay una gran diferencia con las generaciones de cuatro décadas atrás, cuando éstas prácticas religiosas eran obligadas para ser un ciudadano no discriminado e importante el peso del clero en la sociedad.

En el 2013, la mayor parte de los jóvenes viven sin conflictos serios de creencia: la muerte, a los 18 años, está lejana y, siguiendo a Unamuno, sin el planteamiento de la vida de ultratumba el sentimiento religioso carece de sentido. Queda tiempo para tomar una determinación al respecto, las circunstancias irán marcando el camino. De momento, el sentir más general es de apatía hacia el tema, de indiferencia y de comodidad a la hora de decidir, aunque para algunos pese más la complacencia a sus padres que su criterio. Se conservan más los gestos que los pensamientos. Se escucha con mayor atención a un teólogo de la liberación que los anacronismos papales. Se hacen oídos sordos cuando del “sexto” (si es que lo conocen) se habla. La homilía dominical del orondo abad creando intranquilidad en el adolescente ya es cosa pretérita.

Hoy el niño es criado con más tiento y amparo, la seguridad en sí mismo ha aumentado respecto a cuando sus padres tenían su edad y, en consecuencia, se mermó su impotencia y desconcierto ante la vida. Esto hizo cambiar el orden de prelación en sus pensamientos y reflexiones, relegando lo religioso en favor de otros aspectos de su formación; todo ello con la aquiescencia de sus progenitores que han pasado a pensar más en lugar de arrodillarse tanto ante los de mitra y báculo. Claro que todavía quedan muchos padres que, ante tanto símbolo y ceremonia, permanecen en cierta indecisión: lo inculcado en la infancia, aderezado con toda una incesante parafernalia litúrgica, es un lastre demasiado adherente para despojarse de él con facilidad. Una mancha de agua, con el paso del tiempo, desaparece; una mancha de aceite pierde brillo, pero jamás se va.

La iglesia siempre prefirió establecer una conciencia colectiva en lugar de estimular la personal. Eso concuerda con el deseo de muchos gobiernos, pero muy poco con la formación de una ciudadanía libre y cultivada.
O los popes y curas católicos cambia drásticamente su estrategia de otros tiempos o la juventud será campo yermo para su siembra. Amén

09 abril 2013

Tolerancia

Chema y Borja se conocieron en la infancia y fueron amigos en la adolescencia. Con la mayoría de edad vino la separación.

Chema se fue a Navarra a estudiar. Venía de un ambiente liberal, pero en la Universidad se hizo miembro del Opus Dei y conoció a la mujer de su vida, también parte de la Obra. Terminó una dura carrera técnica con excelentes calificaciones y un contrato de trabajo bajo el brazo.

Borja se quedó en La Coruña, tambaleándose de fiesta en fiesta hasta agotar convocatorias en sus estudios (por llamarlo algo) de Ciencias Sociales. Disfrutaba de asiduos escarceos a Chueca, donde encontró a Manolo, un tipo tranquilo con quién comparte vida desde hace varios años.

Fueron vidas paralelas separadas en la distancia, pero no en el afecto, que continuó.

Hace un tiempo Borja y yo quedamos con amigos. Borja comentó que Chema estaba a punto de casarse.

- Me ha invitado a la boda- Dijo Borja- Va a ser una ceremonia muy solemne, en catedral y con mantilla. Ya sabéis, muy del Opus...

- ¿Y qué vas a hacer?- le contesta una amiga- ¿Vas a ir tú solo?

- No sé si iré, pero Chema ya me ha dejado claro que, si voy, Manolo está invitado.

- ¡Pues id los dos!¿Qué te frena?

- El futuro suegro de Chema. Es muy tradicional y no sé cómo le sentaría que fuese con mi pareja.

- ¡Razón de más para ir!¡A esa gente retrógrada hay que abrirles la mente como sea!

- Ya, pero es el padre de la novia. Es uno de los momentos más importantes de su vida. Habrá otros días para intentar hacerle pensar pero, éste en concreto, tiene todo el derecho a celebrar y ser feliz con su hija. No quiero ser yo el que se lo impida.
Sueño y su hermanastro Muerte, William Waterhouse, 1874

Tolerancia, respeto, solidaridad. Palabras hoy muy usadas, sobre todo en frases imperativas. Pocos quieren ver que no están implícitas en ninguna ideología. Porque tolerante no es el que piensa de una determinada forma, sino el que, por muy justos, nobles o razonables que sean sus ideales, no se cree en el derecho de imponerlos a otra persona.

04 abril 2013

Clases sociales en Gran Bretaña

Últimamente en el trabajo hemos estado entretenidos con la página más vista de los dos últimos días en la web de la BBC: un test rápido para saber a qué clase social perteneces.

Si la cosa fuese sólo de clase alta, media o baja, el cuestionario sería innecesario, pero el estudio incluye una nueva definición con siete tipos distintos, moldeados por la situación económica, gustos y círculo social de sus componentes. Al margen de la curiosidad por el espacio que uno ocupe en el mundo, la descripción de estos nuevos grupos sociales da una idea de lo que es la Gran Bretaña de hoy.


Las nuevas clases son:

Élite

Edad media: 57 años.

El grupo más acaudalado.

Un gran número han sido educados en instituciones de prestigio. La cuarta parte (el porcentaje más alto de cualquier clase) han ido a escuelas privadas y universidades de primer nivel.

Pertenecen a un círculo exclusivo difícil de penetrar.

El 97% es propietario de su vivienda.

Clase media acomodada

Edad media: 46 años.

Viven a las afueras, provienen de la clase media y trabajan en gestión o profesiones tradicionales.

Son los más sociables. Sus círculos de amistades e intereses están muy diversificados.

Clase media técnica

Edad media: 52 años.

Es una clase pequeña, idiosincrática y próspera.

Sus amistades tienen profesiones semejantes. Prefieren distracciones modernas (redes sociales, gimnasio) a intereses más eruditos (ópera, museos).

Mucha gente de este grupo trabaja en Ciencia, Investigación o Tecnología.

Viven a las afueras y su origen es de clase media.

Nuevos obreros acaudalados

Edad media: 44 años.

Son sociables y con un amplio rango de intereses culturales.

Su situación económica no es holgada, pero sí estable.

Son amantes de distracciones modernas y raramente disfrutan de otras más eruditas.

Su origen es de clase trabajadora en regiones tradicionalmente relacionadas con la manufactura.

Clase trabajadora tradicional

Edad media: 66 años.

De escasos intereses sociales y culturales.

Mayoritariamente propietarios de sus casas.

Su círculo social es limitado y de profesiones afines.

Sus actividades de ocio son tradicionales.

Incluye a limpiadores, camineros y electricistas.

Obreros emergentes del sector servicios

Edad media: 34 años.

De amplios círculos sociales e intereses culturales modernos y diversos, pero situación financiera inestable.

Viven en áreas urbanas de renta baja.

Las profesiones de este sector incluyen cocineros, auxiliares de enfermería y asistentes de producción.

Precariado

Edad media: 50 años.

La clase más pobre, de círculos sociales cerrados y escasos intereses culturales.

Viven en zonas industriales lejos de núcleos urbanos.

Las profesiones en este grupo incluyen trabajador social, conductor de reparto y (de nuevo) limpiadores.

Más del 80% viven en casas de alquiler.

En cuanto a dónde vive esta gente, la mayoría de la élite vive en ciudades bordeando los límites de Londres. La clase media acomodada, en Escocia. La clase obrera tradicional y la emergente en el centro de Inglaterra y el resto repartidas más o menos uniformemente por toda la isla.

Sería interesante saber cómo serían las estadísticas si aplicásemos este peculiar sistema de clases a España.