29 marzo 2013

Amores se van formando...


Sebas es muy guapo, me gusta, pero le vi tirándole los tejos a Bety. Carlos anda chinao con Vanesa y como la deje me voy a por él. Lo que hicieron María y Rosa en la disco el sábado fue de escándalo... dándose besos en la pista; creo que era para que se fijaran en ellas, pero estoy segura de que ninguna  es lesby. Estoy cansado de Cris pero no puedo renunciar a ese culo. Ya verás la sorpresa de Alberto cuando descubra que Isa lleva dos sujetadores. No me apetece mucho salir hoy con Marta pero tiran las hormonas. Desde el desayuno Bea está cachonda y no hay quién se la tire. Me ponen los tangas de Irene pero Sandra me patea cada vez que la miro. Leo me pidió, pero sé que no dejó a Lety. Pablo es guapísimo pero no para de ponerme los cuernos. Ayer invité a cenar a Paloma y me compensó en especies.  Mis padres se van de finde, el piso para mí...

Comentarios como éstos, a los que peinamos canas, no deja de sorprendernos un poco. Más por la naturalidad y en el entorno en que se dice y no tanto por el comentario en sí. Algunos decenios atrás, es muy probable que muchas de éstas frases hayan sido dichas y oídas por mis coetáneos, pero en un grupo sólo masculino o sólo femenino y en cierta intimidad. Por el contrario, es en grupos mixtos y sin excesivo recelo como salen a la luz en la actualidad. Circunstancia que aplaudo.

Hoy, los adolescentes se relacionan entre sí distendidos y sin rigor en las formas. La enseñanza mixta ayudó mucho a esto.
Ayer, el trato era rígido cuando la diferencia de sexos estaba presente. La sociedad, la familia, la iglesia y el “régimen” lo imponían.

Hoy, la interinidad de una relación se entiende como implícita a la misma. De ahí esa manía de la celebración de la primera semana, el tercer mes y, raras veces, el primer año.
Ayer, lo que venía implícito era el compromiso, enseguida era firmado el estatuto de la pareja.

Hoy, la vacuna contra la virginidad se administra cuando el deseo y el placer la demandan. Se desconoce lo que es sublimar el deseo.
Ayer, eran necesarios unos análisis previos y cierta sintomatología para poder aplicar tal vacuna. Generalmente, se retrasaba hasta la luna de miel (... y sangre.) Tanta sublimación dejaba al joven exhausto.

Hoy, el juego de la seducción es compartido, con una cierta ventaja del varón. Si hay error en la elección, los dos sufrirán las consecuencias.
Ayer, el papel principal, siempre corría a cargo de él, ella era la receptora del mensaje y la que decidía la aceptación o el rechazo. Si se equivocaba, la más damnificada sería ella misma.

Hoy, las directrices del clérigo no son atendidas ni entendidas, o, en la mayoría de los casos, ni oídas.
Ayer, el párroco, cada domingo reiteraba el horrendo pecado contra la castidad y la importancia de la honra (la que se encuentra del ombligo para abajo) de la mujer.

Hoy, el verse aceptado y querido proporciona al adolescente seguridad y gozo.
Ayer, también.

Hoy, existe el engaño, la desconfianza y los celos.
Ayer, también.

Así es como me parece que están las cosas y así quedan expuestas... ¡Que disfrutes de tu pareja.!

22 marzo 2013

Cómo decir bebé en inglés

Antes de nada, decir que hacía tiempo que no me percataba de la importancia de los acentos tanto como con el título de hoy.

Newborn
A lo que vamos. En castellano, todos somos bebés hasta que nos sacan los pañales. O al menos eso recuerdo de mis tiempos prescolares. Si eres especialmente pequeño, eres un recién nacido.

La lengua inglesa es algo más estructurada. Los tres primeros meses eres un "newborn" (literalmente "recién nacido"). Tu ascenso a la siguiente fase llega cuando aprendes a hilar entre causa y consecuencia. Un "newborn" no tiene cambios de humor al ponerlo en el cambiador o la silla de paseo, porque no los asocia con una actividad, o sea, no sabe lo que viene después.

Baby
Cuando te alegras porque al verte en la silla sabes que vas a ir a la calle, lloras en el cambiador porque sabes que te van a limpiar el culo o tienes cualquier tipo de reacción que permita deducir que comprendes lo que te espera, eres ascendido a "baby" (literalmente, bebé).

Para dejar de ser un "baby" tienes que aprender a caminar. Eso te hará un "toddler" (de "toddle", tambalearse). Mientras que, en general, todos dejamos de ser "newborns" a los tres meses, no hay fecha para ser toddler. Si caminas a los seis meses, eres toddler con seis meses sino, a hacer cola, renacuajo.
Toddler

Cuando empezamos a ser conscientes de nuestra individualidad y a formar lazos de amistad, llega el momento de dejar de ser un bebé para ser "child", "kid", "boy" o "girl", que son todas formas de decir niño.

Si lo anterior lía, la palabra equivalente a "bebé" en español es "infant". Es poco empleado, pero siempre será más correcto que llamar "baby" a alguien que camina solo, por ejemplo.
Child, kid, girl.

18 marzo 2013

El deceso

En Eiradela, aldea de Orense. 1958/59



Empieza a anochecer en la pequeña aldea. Demián cesa en sus juegos y se separa de los compañeros al oír el tintineo de una campanilla. Mira por encima del muro que le separaba de la pedregosa calle principal: el párroco monta su caballo a paso lento llevando en las manos algo tapado con un paño negro; camina a su lado el sacristán que agita la campanilla que había alertado al niño. Avanzan en un halo solemne, taciturno y cutre. Demián nota el tufo del luto, y al ver el rumbo tomado por el cortejo en seguida pone nombre a la moribunda.

A la mañana siguiente se produce el deceso. La anciana Sra. María, vecina de la casa de enfrente a la de Demián, con su enjuta cara y el rostro perfilado por el sempiterno pañuelo negro, ha dejado a los vivos.

Demián tiene 7 años. Baja las escaleras a la plazuela cuando se ve turbado por los llantos y lamentos. Vecindad y familia se acercan a la casa mortuoria: abrazos, pésames y lágrimas de desesperación impactan en su retina y en su alma se extiende la aflicción. Estallan en su cabeza mil pensamientos y ya nada hay que le interesase durante la jornada. Su imaginación es un imparable manantial de incesantes imágenes de plástica potente y congoja irremediable: el Supremo , rodeado de su corte, juzga a la finada y ésta rinde cuentas de sus acciones. En la balanza divina se ponderan virtud y pecado, gloria y desdicha; ángeles y demonios rondan esperando el veredicto, todo ya desde la perspectiva de lo inapelable y eterno. Ve como propio el juicio: siente enfriarse la sangre y en su pecho el jadeo de la impotencia. Se mira la mano y observa la nítida “M” en ella.

Y con la noche el velorio, con sus galletas y aguardiente; pero ahí Demián no tiene sitio, se lo contarán otro día. Se va a cama enredado en circunloquios de enigmático contenido y fútil resultado. Un truculento, implacable y viscoso golpeteo de pensamientos, caras y escenas –reales unas, imaginarias otras-  preceden su sueño.

Al día siguiente es el entierro. Demián acompaña a su madre. Con estola e hisopo entra el cura en la oscura habitación con olor a cera y de quejumbrosa madera: reza, canta un responso y esparce agua bendita sobre el féretro. Y esto mismo hará a lo largo de los dos kilómetros que hay a la iglesia, donde crespones negros, aire tétrico y ahogados suspiros dan un eco de trascendencia a la misa con su homilía. Terminada ésta, en el atrio, más rezos y responsos: canta el cura y recoge los dineros el sacristán. Toda la ceremonia es seguida por Demián con el corazón encogido y arrobado es sus tribulaciones.

Con el depósito de la caja en la fosa llegan al paroxismo las quejas, los abrazos y los llantos, que van desvaneciéndose al ritmo del golpeteo de la tierra en la madera…

En el aire las nubecillas azules de los cigarros de los primeros en irse se van haciendo cada vez más grandes para desaparecer -como tantas vidas- sin dejar rastro. Demián aprieta la mano de su madre para que le ayude a encajar la puya que Tánatos acaba de infligirle y a subir la cuesta de regreso a casa.

13 marzo 2013

Habemus espectáculo

La completa falta de educación religiosa que tanto se reclama en España es la norma en Gran Bretaña. Como consecuencia, ateo o religioso, el británico medio cree en lo suyo y desprecia lo ajeno con el fervor que sólo puede generar la ignorancia. Apenas uno de cada diez pone ese fervor al servicio de la iglesia católica.

El desinterés que observo a diario contrasta vivamente con lo que se ha sentido estos días en la isla. Desde la renuncia de Benedicto XVI, la prensa y sus lectores miran tanto a Roma que milagro sería que no cogiesen tortícolis. Una comparación entre diarios españoles y británicos revela una prominencia mucho mayor de los asuntos vaticanos en las portadas isleñas.

He preguntado a personas religiosas, entendidos en política y amantes de la Historia el por qué de esta fascinación febril. Pregunté en vano. La respuesta la dio un artista.


Hagamos un pequeño quiebro y pensemos en los nombres de algunos de los autores más famosos en literatura fantástica. C.S. Lewis, J.R.R Tolkien, Lewis Carrol, Terry Pratchet, T.H. White, J.K Rowling. Nombres británicos. La isla de la eterna lluvia genera historias de magia, fasto y leyenda como quizá ningún otro lugar. Un legado del que se siente consciente y orgullosa. Un legado de fantasía hoy igualado o superado por la realidad de uno de los estados más diminutos del planeta.

Multitudes que inundan la blanca catedral de San Pablo, ancianos cardenales de largos ropajes, el sello papal destruido, las zapatillas rojas (sangre de mártires), el cierre de las grandes puertas del cónclave con solemnes palabras de una lengua muerta, los rumores, las fumatas, el surgir del elegido más improbable del balcón de la plaza. Rojo, blanco, oro, misterio, corrupción e intriga. Durante días, quizá semanas, la Ciudad Eterna vuelve a ser el centro de una superpotencia: el Imperio Católico. Un imperio real, poderoso, milenario, esparcido por toda la Tierra y, al mismo tiempo, olvidado. Durante unas semanas, un puñado de ancianos italianos a quien poca gente conoce genera sin esfuerzo aparente un espectáculo de grandiosidad y belleza que hace palidecer a las mejores producciones del cine y la literatura.

Para los españoles, la iglesia de Roma es liturgia pesada, corrientes de aire en bancos de madera, carta de San Pablo a los corintios en los funerales, sotanas en los úteros. Para los británicos hoy, es el material del que se tejen las leyendas. Y mañana volverá a ser nada.

11 marzo 2013

Karma infantil

Hoy tocó ludoteca. Para los benditamente ignorantes, una ludoteca es como un parque infantil pero de pago, a cubierto y forrado con gomaespuma y hule. La fauna es variada y siempre encuentras alguna criatura de sonrisa permanente y modales impecables que te hace volver a casa con fe en el futuro. Pero hoy no tocó sólo eso.

Entre las niñas educadas y los niños independientes estaba un Jaimito soplagaitas. Vaciando la piscina de bolas, subiendo por la rampa del tobogán con juguetes enormes cuando otros niños querían bajar o metiéndose a sus cinco años en la zona de bebés, Jaimito tocó más pelotas que Urdangarín. Los padres (si, los dos, aquí el padre es de los que "participa") hacían honor al "de tal palo tal astilla" dejando al bicho suelto y sin bozal mientras otros niños sufrían las consecuencias.

Como esto es Anglosajonia, la sangre de los demás progenitores hervía en educadísimo silencio. Pero el pecado no quedó sin castigo.

Uno de los juegos preferidos de mi hija en la ludoteca es el autobús del karaoke. Es un poco más grande que los típicos coches de monedas de los centros comerciales, pero dentro tiene una pantalla para cantar. A mi Jueves le pirran los niños del vídeo. Cuando fue hoy, ahí estaba Jaimito sentado. Pero apretando un poco cabían dos, así que la subí sin preguntar. Empezó la música y mi rechoncha -que tiene unos mofletes como globos y un corpachón a juego- se puso a bailar. Quiso el destino que su torpeza de bebé llevara sus talones una y otra vez sobre los dedos de los pies de Jaimito. La canción duró lo suficiente para que el pequeño bribón escapase del autobús por la única salida que mi criatura le dejó: la ventana.
Mientras, la abajo firmante hizo lo que tantas veces habrá hecho la madre del enano: no vio nada, no oyó nada y no dijo nada (pero al acabar la música estampó un sonoro beso en cada mejilla de su kármica criatura).

07 marzo 2013

Breve historia de las princesas del pueblo

Cuando Belén Esteban estaba en la cima de su fama televisiva, alguien me preguntó con sorna si aquello se veía en el Reino Unido. Tuve que decir que no, aunque hay un fenómeno parecido.

El equivalente a los programas de televisión españoles son revistas como Closer, Heat, OK! o New. Bajo costo, baja calidad. Como los tabloides, pero orientadas a mujeres.

Un fenómeno que las publicaciones británicas gustan de producir son las "princesas del pueblo". Hasta ahora, sólo una ha llevado el nombre, pero la idea se repite. Estas mujeres son jóvenes, monas sin llegar a bellezas, carecen de cualquier tipo de talento, adoran ser el centro de atención y nadan en dinero. En resumen, chicas corrientes con vidas de cuento.


La primera "princesa" que recuerdo fue la más famosa: Lady Diana Spencer, princesa de Gales. Poco se puede decir de ella que no se haya dicho ya. Su muerte conmocionó a la sociedad, no por haber sido la reina potencial, sino porque se veía a diario en las portadas de la prensa barata. Mucha gente sabía sus andanzas mejor que las de algunos familiares.

El hueco insalvable que dejó Diana fue rellenado semanas después por Victoria Beckham, la pija de las Spice Girls. Antes del primer botox ya había publicado una biografía. Vendió millones de periódicos y revistas jactándose de una vida idílica junto al futbolista con el que afirmaba tener el matrimonio perfecto. Como la anterior, su reinado acabó precipitadamente, cuando salió a la luz una infidelidad de David, lo que a los ojos del populacho convirtió a su mujer en una mentirosa.

Katie Price/Jordan
Victoria Beckham luchó, pero perdió la corona contra Katie Price, alias "Jordan". Jordan era una "page three girl", frase con la que se denomina a las chicas que posan desnudas en los tabloides y que aparecen, como el nombre sugiere, en la tercera página. Empezó haciendo "kiss and tell", o exclusivas producto de liarse con un famosete y contarlo. Pero su salto al "estrellato" llegó en un programa en que un grupo de famosos intentan sobrevivir en la jungla. Allí vivió ante las cámaras el romance con el que más tarde sería su marido, un cantante de los noventa, dejando atrás sus tiempos como "Jordan" para volver a su nombre real: Katie Price.

C.C. y V.B., la alegría de la huerta
El reinado de Jordan duró lo que su matrimonio y fue repuesta por otra cantante sin voz de banda prefabricada, Cheryl Cole. Ella es la única divorciada coronada hasta ahora. Empezó a ser conocida a raíz de un programa estilo "Operación Triunfo" donde el premio era ser parte de una banda. Cheryl ganó y se unió a "Girls Aloud", un grupo de éxito en el territorio nacional. Su coronación llegó años después, al ser elegida juez en otro programa para descubrir y humillar a cantantes anónimos: el Factor X.

Cheryl Cole es quizá la única que ha sido destronada sin caer antes en desgracia. No sé si será por pericia de sus publicistas o por no poder competir con la nueva: Kate Middleton. Al igual que su difunta suegra, no hay nada que decir de esta mujer que no se haya dicho ya, y menos aún que sea trascendente.

Y cerramos el ciclo. El tiempo dirá si Kate será la primera de las princesas de tabloide que llega a reina. Tampoco importa. Ellas están ahí para alimentar la necesidad de charla intrascendente común a todas las sociedades. Quizá descargar juicios en personajes que nunca conoceremos sea más civilizado que lo que se hacía antes, despellejando a la vecina a sus espaldas a riesgo de herir sensibilidades. Quizá sea linchamiento popular. Lo que parece claro es que está aquí para quedarse.

03 marzo 2013

Domingo ocre

Hoy salí a pasear. Nada especial. Ni frío, ni calor. Ni sol, ni lluvia. La definición de Domingo.

Sin rastro de excitación en el ambiente pero con una cámara de fotos recién comprada salí al parque de siempre.
De los cuatro cisnes que nacieron en Junio quedan dos.

Sus plumas, ni gris infantil ni blanco maduro, sugieren una tranquila adolescencia.


Su reflejo en el agua es lo más parecido al recuerdo de los hermanos que ya no están.


A falta del crucigrama de La Voz, o del suplemento dominical, un ejercicio de agudeza visual ¿Dónde está el pato?

Feliz Domingo.