27 febrero 2013

Gente tóxica, energía negativa y sociedad insolidaria

Con cierta regularidad escucho o leo a alguien quejarse de alguna de las tres cosas que menciono en el título: gente que no hace mas que hablar mal de su situación o la de otros, personas supuestamente envidiosas o resentidas, ciudadanía pasiva o egoísta. Si el lamento es por escrito, suele ser un texto anónimo de vocabulario empalagoso, transmitido por correo o muro de red social y sembrado de faltas de ortografía, gramática o sintaxis que ninguno de los lectores que lo alaban o difunden tiene el detalle de corregir. Pocas cosas me irritan más.

Hay millones de personas que trabajan en negocios sin meter mano a la caja, sonriendo a clientes que no lo merecen o cubriendo los turnos que otros no pueden o no quieren hacer. Otras miles han estudiado durante años o se han formado durante décadas para trabajar en investigación, sanidad, educación o defensa. Hasta las frívolas artes están llenas de personas que renuncian a un sueldo fijo por el placer de, parafraseando a Tony Leblanc, entretener a la gente que realiza los trabajos "verdaderamente importantes" para que cuando vuelvan a ellos los puedan hacer mejor. Hay miles de voluntarios que colaboran en cocinas económicas, Cáritas o Cruz Roja. Ser una de estas personas o rodearse de ellas está al alcance de cualquiera. Una característica de la sociedad de consumo es que, si algo no te gusta, se cambia. Nuestra vida incluida.

También está el asunto de la definición de "buena persona". Todos solemos tener una concepción generalmente positiva de nosotros mismos y de la gente más allegada a nosotros. De hecho, ellos tallan nuestra definición de "buena persona". Pero volviendo a robar frases, "los matemáticos de primera gustan rodearse de matemáticos de primera, los de segunda, de matemáticos de tercera y así sucesivamente". Si no pertenecemos a la pequeña élite de extraordinaria generosidad, somos vulgares y muchas veces el instinto hace que nos rodeemos de una vulgaridad mayor. El problema no es la sociedad, o que Fulanita sea "tóxica", "negativa" o "mala persona". El problema es la propensión a no querer entender a Fulanita, o a centrarse más en lo peor de ella que en la gente que merece admiración. Es ver a un sanitario sobrecargado y leer mejor su indiferencia hacia ti que el cansancio que la genera. Es ver un uniforme y hacer facha a un colectivo que se juegan el tipo acatando órdenes absurdas porque ha jurado lealtad a una patria que ha elegido como representante a un irresponsable. O sin ir tan lejos, es sentir un desplate y asumir que lo que lo provoca son celos por nuestras virtudes antes que irritación por nuestros defectos. O mirar al coche que se ha saltado las normas de circulación y chillar un "A dónde vas, Ayrton Senna" antes de dejar paso por si lo que le espera al final del trayecto es una desgracia. El problema es el uso de la vulgaridad ajena, real o figurada, como narcótico para tolerar la propia.
Idilio, por Frederic Lord Leighton 1880
Nuestras vidas se tejen de luces y sombras, momentos de genio, de crueldad, de torpeza. Deleita tus ojos en lo que te plazca pero, cuanta más tiniebla veas, más probable es que seas ciego.

23 febrero 2013

Mar




Mar:
Antítesis de hipócritas voces,
testigo de eternos amores
y de infinitos temores dueño;
de sincera faz
y demencialmente cuerdo.

Déjame acariciar
el rizado de
tus devastadoras olas
y sentir
la levedad de tus aguas.

Déjame ser tu amante
en este día de espera,
que ya el deseo es placer
y placer a ti llegar.

Déjame contemplarte
y mojarme con tu bravura,
que así,
humedecido en tu enigma,
sentiré tu canto.

Déjame ser moldeado
como tus rocas,
como tus inseparables
rocas del acantilado.

Déjame oír
el amenazante tono
de tus espumas,
y que tu latir cósmico
fieramente golpee
la profundidad de
mi existir.

18 febrero 2013

¿Por qué no se estudia Ciencia?

Hace un tiempo que este vídeo pulula por las redes sociales. No es de extrañar, combina una respuesta sencilla a un problema complejo con un tipo melenudo de esos con los que Punset gusta susurrar grandes verdades de  madrugada. El protagonista es Michio Kaku, uno de los físicos creadores de la teoría de cuerdas. Michio recoge el testigo de Stephen Hawkings en el siglo XXI. Al igual que el famoso discapacitado británico, tras desarrollar una notoria contribución a la Ciencia y un estilismo singular, Michio se dedica a escribir libros en los que simplifica teorías complejas hasta que no las entiende ni la madre que las parió. En este vídeo explica por qué cree que escasean las vocaciones científicas.

Parece difícil de rebatir. Pero sustituyamos la variable "Ciencia" por "Humanidades". Cambiemos minerales por Prehistoria y tectónica de placas por II Guerra Mundial. Resultado: el discurso sirve para explicar el desinterés en cualquier disciplina del conocimiento.

Personalmente, creo que la falta de vocaciones tiene una raíz más pragmática. Para estudiar Ciencia hace falta una base de Matemáticas. Cualquier alumno que ve un temario de Humanidades sabe contando las hojas cuantas horas de estudio necesitará para dominarlo. En el caso de las Matemáticas, el aprobado depende además del tema, de lo bien que lo haya explicado el profesor y de lo despejado que se esté el día del examen. Demasiadas incertidumbres para una materia sin aplicación inmediata. Si a esto unimos que la imagen del científico medio es de un investigador de gran capacidad de trabajo y microscópica cuenta corriente, la decisión está tomada.

No tengo la solución al problema. Sólo vagas ideas:

Algunos amigos humanistas me han preguntado cómo he podido hacer una carrera "tan fea" como Física. Cuando recuerdo las horas pasadas en el instituto aprendiendo sobre piedras cayendo de globos, solenoides y demás pajas mentales de nula utilidad en la vida diaria, entiendo el desinterés. Pero, de vez en cuando, esa misma gente vuelve extasiada tras leer historias de universos paralelos, el bosón de Higgs o de por qué hace más calor en una habitación con nevera. Quizá una medida sería mostrar el nexo entre la base de la ciencia que estudiamos en la adolescencia y temas útiles o que generan curiosidad. Pongo ejemplos:

En Física, podríamos comentar la relación entre vatio y factura de la luz. La ley de decaimiento exponencial y el campo eléctrico podría complementarse con una descripción de las centrales nucleares y otras formas de generar energía.

Tras la introducción al átomo y la física de partículas, una explicación de por qué se invierten billones de euros en el Colisionador de Hadrones de Ginebra.

O mostrar las pruebas de que el hombre llegó a la Luna.

En Biología, sería bueno aprender qué son los ensayos clínicos y su aplicación a la aprobación de medicamentos, de modo que cualquier chaval pudiese formar un criterio propio sobre la industria farmacéutica, medicinas alternativas, homeopatía, etc.

Entender qué es una célula madre, cómo se obtienen y las dificultades que entraña su posible uso terapéutico contribuiría a desmontar mitos.

En Matemáticas, resaltar la relación entre estadística y medicina, funciones y economía, probabilidad y seguridad informática, lógica y electrónica o incluso entre la trigonometría y la creación de mapas la haría más cercana.

Pero esas no son las únicas utilidades de la Ciencia. Al igual que todos entendemos que estudiar inglés abre ciertas puertas, es importante que profesionales, padres y educadores demos información honesta y completa sobre las oportunidades laborales y formas de vida a las que se tiene acceso con la Biología, las Matemáticas o la Geología, por ejemplo.

En resumen: si queremos que un joven deje de ver estudiar Ciencia como un esfuerzo estéril, tendremos que darle buenos motivos para ello.

12 febrero 2013

Los candidatos a papa

Por si queda alguien sin saberlo, Benedicto XVI dimite. No he podido resistir dejarme llevar por tanta apuesta y porra para ver quién será el nuevo papa. Como no sé nada de intrigas cardenalicias o política, he hecho una hoja de cálculo con datos de la oficina de prensa vaticana y he dado una puntuación a cada cardenal.

Mis criterios de selección para decidir el sucesor más probable al papa Benedicto XVI han sido:

EDAD
Entre 65 y 75 años (ni demasiado joven que se corra el riesgo de cargar con él durante décadas, ni demasiado viejo y que no se tenga en pie).

La media (70) recibe 60 puntos y 10 menos a cada año arriba o abajo de éste.

AÑOS DE CARDENALATO
Cuanto mas años de servicio en el Cónclave de Cardinales, mejor. Los elegidos después de 2007 reciben cero puntos y los demás 10 puntos por año de servicio.

NACIONALIDAD
Diez puntos por cada amigo del mismo país colocado en la lista de cardenales electores. Como últimamente se comenta la preferencia de un africano o latinoamericano, África y Latinoamérica cuentan cada uno como un solo país. También he metido a las islas británicas bajo el mismo paraguas.

RANGO
Dentro de los cardenales estos se dividen en obispos, sacerdotes y diáconos. No hay obispos en el grupo de edad adecuado. He eliminado a los diáconos.

La puntuación de los diez más "papables" varía entre los 440 puntos de Sepe a los 310 de Urosa.

Según mis cálculos, los diez candidatos con más posibilidades de ser el próximo papa son:

Sepe, experimentado y liberal
SEPE Crescenzio Italia
Arzobispo de Nápoles con experiencia en Brasil. En su contra tiene su oposición al celibato clerical.

SCOLA Angelo Italia
Filósofo y teólogo. Estudió en Munich, París y Friburgo. Le interesa la educación de los más jóvenes y el Islam. En su contra tiene ser favorito en los medios de comunicación por segunda vez.

RIVERA CARRERA Norberto Méjico
Simpatizante de los Legionarios de Cristo, tiene en su contra acusaciones de encubrimiento de casos de pederastia.

VALLINI Agostino Italia
Doctorado en Derecho Canónico y Civil. Vicario general de Roma y firme opositor del uso del preservativo.

BAGNASCO Angelo Italia
Arzobispo de Génova y tradicionalista, es un firme opositor del aborto y las uniones del mismo sexo así como un duro crítico de la corrupción y activista de derechos laborales.

Cipriani, el regreso del Opus Dei

RODRÍGUEZ MARADIAGA Oscar Andrés Honduras
Presidente de Cáritas. Representante del Vaticano en el Fondo Monetario Internacional en el asunto de la deuda de los países pobres. Opositor del régimen de Manuel Zelalla. Fuerte opositor del uso del preservativo y el aborto.

ROMEO Paolo Italia
Licenciado en Teología y doctorado en Derecho Canónico. El candidato más viajero. Trabajó para el servicio diplomático del Vaticano en Filipinas, Bélgica, Luxemburgo, Venezuela, Rwanda y Burundi. Nuncio apostólico en Haiti, Colombia y Canadá.

CIPRIANI THORNE Juan Luis Perù
Miembro del Opus Dei. Defensor del gobierno de Fujimori y de la pena de muerte en ciertos casos. Opositor de los jesuitas y la homosexualidad.

RAVASI Gianfranco Italia
Ravasi, el cientifista vaticano
Trabajó como arqueólogo en Siria, Jordán, Iraq y Turquía. Partidario de la aplicación de las nuevas tecnologías (Twitter incluido) en tareas pastorales. Defensor de la Teoría de la Evolución de Darwin. Apasionado del diálogo entre ateos y creyentes. En su contra tiene ser otro en las listas de favoritos más populares.

UROSA SAVINO Jorge Liberato Venezuela
Como consecuencia de sus estudios en el seminario de Toronto y su doctorado en teología en Roma, habla inglés, francés e italiano. Defensor de la separación de iglesia y estado, lo que le ha valido algún roce con Hugo Chavez.

Perfiles resumidos de la Wikipedia en inglés.

Curiosamente, pese a lo que se ha visto en la prensa, no me ha salido ningún posible negro o africano. Tampoco coincido con las listas más difundidas, salvo en dos personas.

En resumen, no sé quién será el sucesor de Benedicto XVI, pero tras este ejercicio, cuando el cónclave se reúna, ya no lo veré como una mezcla homogénea de ancianos apalancados.

08 febrero 2013

Pequeños tropezones

Las cosas en su sitio y... por la puerta la entrada. Que así se me ha señalado de forma destacada.


Siempre se ha dicho que la calle enseña mucho. A aprender salgo, con el ojo abierto y observando. “Porque” bueno es conocer el “por qué” de lo que está pasando.


Un local de copas y tapas está cerrado, y el toldo con su nombre mi atención reclama… No se me “tilde” de quisquilloso; mas en un rótulo de bar tan fraternal no debiera hacerse el “posesivo” tan “personal”.


Y ahora a un centro comercial. En la amplia sala de entrada, donde sacia hambre y sed la congregación de las rebajas, un muro que separa tiene frases de gente con fama. En una me paro: al gran Borges, tan ordenado y bien aliñado, de nuevo le han bautizado.


Dirán algunos que estas cosas antes no pasaban. Antes, aciertos y errores hubo; pero yo aseguro que la gente estaba que "echaba humo".


En fin, hoy ha tocado: algo de sarcasmo, un poquito de humor y… un gracioso pleonasmo.

02 febrero 2013

Misterios de Jueves

Jueves es un bebé normal. Destaca en envergadura, calma y belleza. Pero todos destacamos en algo.

Dentro de su normalidad, mi hija tiene excentricidades curiosas. Como madre obsesiva que soy, en mi mente las apunto y catalogo, con la esperanza de que unidas a futuros acontecimientos me indiquen quién es esta desconocida a la que cambio los pañales.

La peculiaridad más llamativa de Jueves es su necesidad de soledad en ciertos momentos. Con cinco meses ya lloraba para que le dejasen sola. Por lo que hablo con otras familias, es algo normal. Lo que ya no parece habitual es que cuando tiene la típica rabieta de la edad (año y pico), a veces, no deja que la calmen. Se va a la cocina, se pone a mirar y tocar el empapelado con relieves de una de las paredes (siempre la misma) y cuando está lista vuelve, serena y de buen humor.

Fruto de un carácter independiente y una educación bilingüe, Jueves balbucea mucho, pero habla poco. Sin embargo, hay un momento del día en el que le gusta practicar todo su vocabulario, en cualquier idioma. Algunos mayores cantan en la ducha, Jueves habla en el baño. Cosas de la acústica, supongo.
Y bailaré sobre tu tumba...

Los juguetes de Jueves están por todas partes. Tienen su caja, pero estamos acostumbrados a lavarnos bajo la mirada de un cerdito de goma, cortar cebollas junto a una barca de plástico o sentir instintos asesinos en el salón ante una vaca de peluche que por enésima vez chilla "un, dos, tres, a aprender otra vez". Nadie sabe cómo han llegado ni cuanto tiempo se van a quedar. Tampoco importa (bueno, en el caso de la vaca sí que cuento los días hasta que la rechoncha me acompañe en el sentimiento). El caso es que esto no ocurre con todos los objetos de juego. Si Jueves ve el cajón de los calcetines de su padre abierto, se lanza a lanzarlos. Si intentamos ordenarlos, continúa hasta que quede bien claro que su sitio es el suelo. Pero si la dejamos a su aire, vacía el cajón, los mueve un rato y ella sola los vuelve a colocar.

Mi compañera de piso tiene otras ocurrencias curiosas, como intentar meterse el chupete en el ombligo, juntar las cabezas de sus padres para que se den besos o un entusiasmo por los animales que ha conseguido que la gata de la abuela ponga los pies en polvorosa solo con oír su voz por Skype. Pero son detalles que mueven más a la sonrisa que a la reflexión y no contribuyen a resolver el gran misterio al que dedico buena parte de mi vida: ¿Quién es Jueves?