08 marzo 2012

La calle




Todo les despierta interés y todo les deja impávidos. Son inmunes al sobresalto: el cepillo del tiempo con sus cerdas de experiencia ha pulido los picos del asombro y se ha llevado la polvareda del escándalo. Con ingrávido ánimo sientan el pesado cuerpo y ven pasar:

La engolada dama de tacón fino y grueso abrigo, arropada en el tintineo de sus joyas.
La madre paciente, acarreando al hijo y a toda su lista de “pendiente”
El vendedor de moda, recién bautizado con el agua de la modernidad.
El cura de blanco cuello y negra americana, sin rosario y sin almas.
El anciano, encogido por el peso de los abarrotados anaqueles de su memoria.
La soberbia joven, próvida en carnes y tacaña en ropa.
El parado, con el testimonio de la desesperanza en su cara.
El joyero sesentón, con menos “corazón de oro” que oro en el corazón.
El avezado equilibrista del patín, colándose como furtivo en bosque vigilado.
El mendigo, con los bolsillos llenos de la congoja del desposeído.
El jubilado, al que se le hace tarde para ocupar su holganza.
La pelandusca a tiempo parcial, adulada por los escaparates en su reflejo.
El abuelo escéptico, apoyándose en la candidez de su nieta.
El musculado varón, con su bolsa de gimnasio henchida de arrogancia.
El beodo de nariz roja que trastabillando sigue un faro lejano.
El ufano joven, sacudido por la perentoriedad de la vida.
El gestor, de decidido porte, en su traje de buen corte.
El boyante empresario, ungido con el bálsamo del triunfo.
El azotado por la vida, envuelto en el gabán de la esperanza.
El de cordura degradada, en parloteo con sus villanos y héroes.
El que fue, y ahora recuerda.


A todos ellos vieron pasar. Como vieron deslizarse los años que construyeron sus vidas. Como los días que una vez fueron, ahora son recuerdo. Como el hoy que empuja al mañana, y éste será camino de la nada.

4 comentarios:

  1. No dejaste títere con cabeza. Y tan bien caracterizado cada retrato de cada personaje, que no hay más palabras para describirlos. No sé si la pareja de la foto es de esas carectizaciones que tan bien se hacen a pie de calle o verdaderamente es una buena escultura caracterizada. El caso es que tanto la imagen como tus palabras tienen una construcción descriptiva, auténtica y llena de expresiones contundentes y veraces.Todo muy bien enlazado y finamente observado. Hacía tiempo que no oía el vocablo"adular". Muy usado por estos pagos. Eres una adulona o adulón, se decía a quien deseaba obtener beneficio de alguien siendo más cariñoso de lo normal para conseguir su objetivo. Y con el paso de los añoa ¿qué más podría asustarles o impresionarles?. Lástima que se vaya perdiendo esa capacidad de asombro o de sorpresa, que siempre nos lleva a sentir que todavía estamos vivos. Y si nos ponemos existencialistas...pues todo será nada, pero prefiero imaginar que algo queda después de haber vivido un buen todo. Magnífica esta entrada Demián. Buen sabor de boca. Abrazos.

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    1. "Vivir un buen todo" Esta tu frase la hago mia; así ha de ser, que lo que venga es futuro. Mantener la posibilidad del asombro es parte del sentir, y sentir debemos de seguir haciéndolo; pero... el tiempo endereza curvas y salva pendientes, para lo bueno y para lo malo.
      Un abrazo y gracias por pasarte por aquí una vez más.

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  2. Muy bueno el retrato, muy bueno el retratista. Saludos...

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    1. Gracias José. Con buena luz salen mejor las fotos.
      Un abrazo

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